Las nuevas tecnologías pueden ayudar a estudiantes con diversas dificultades de aprendizaje al facilitar su autonomía e integración. Proporcionan herramientas como lectores de Braille, fuentes más grandes, sonidos y voz para estudiantes con deficiencias visuales o auditivas. Esto permite que las personas con necesidades educativas especiales se desenvuelvan en su vida diaria con mayor normalidad.